viernes, 4 de julio de 2008

Programa electoral


El español que suscribe, animado por su profundo y desinteresado amor al «país» y por un ferviente deseo de servir a sus conciudadanos, ha determinado comparecer, en unión con cuantos otros españoles tengan idénticos móviles altruistas, a las futuras elecciones, sean generales, autonómicas o municipales, con las siguientes propuestas a modo de programa electoral:


1. Dada la preocupante coyuntura económica, producida —como todo el mundo sabe— por la situación internacional y la nefasta herencia recibida, y en ningún caso por la desacertada política de los gobiernos españoles (nótese el empleo del lenguaje «profesional» y la solidaridad de clase, echando fuera el balón de las responsabilidades por la mala gestión) propongo que, en vista de los inevitables recortes en las subidas salariales, la jornada laboral experimente igual «crecimiento negativo». Esto es: que si los sueldos van a subir un cuatro por ciento por debajo de la inflación prevista, la jornada laboral se reduzca en igual porcentaje, considerándose laborales cuatro de cada cien días.(Por favor: contables y matemáticos absténganse de opinar sobre este método de aplicar los porcentajes; esto es un programa político y no una lección magistral).

2. A efectos de paliar la crudeza de los inviernos y hacer más llevaderos los tórridos veranos, se instalarán sistemas de calefacción y aire acondicionado en las vías públicas. Estos aparatos crearán su propia energía, mediante la instalación de generadores eólicos que recojan en sus aspas las corrientes de aire propiciadas por los calefactores o ventiladores, y la transformen en la energía eléctrica que aquellos necesiten.(Por favor: absténganse de opinar los ingenieros. Repito que esto es un programa político).


3. Se procederá a realizar las necesarias obras de infraestructura para conseguir que todas las capitales de provincia y ciudades de más de 25 habitantes tengan acceso directo al mar y playa propia. Las capitales de Comunidad Autónoma disfrutarán de instalaciones portuarias, tanto comerciales como deportivas.(Ojo: el que se desjarrete de risa no sale en la foto).

4. Los transportes públicos estarán limpios, serán cómodos, llegarán puntualmente y no experimentarán crecimientos desorbitados de tarifas.(Repito lo de la foto).


5. Para paliar la pertinaz sequía (herencia y culpa de la época franquista, que no tuvo la previsión de dejarnos más pantanos construidos), los diputados y senadores electos cantarán «Asturias patria querida» cinco veces por sesión parlamentaria.

Estos son los puntos fundamentales de mi proyecto de programa político. ¿Que es una estupidez? ¿Que es irrealizable? ¿Que no tiene sentido? Por supuesto. Lo mismo que todos los programas políticos que los españoles han votado, mayoritaria o minoritariamente, durante casi dos décadas. Y lo mismo que los que volverán a votar cualquiera de los días de este año, cuando a don Felipe González le salga de las urnas convocar elecciones.


LA NACION, Nº 75, 10 A 16 DE MARZO DE 1993

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¿A que, hasta llegar a la referencia a Felipe González se han pensado ustedes que estaba haciendo un retrato de la actualidad? Pues no; esto lo escribí hace 15 años largos. Lo que pasa es que los sociatas y tontiliberales son así de cansinos y aburridos.


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