lunes, 24 de noviembre de 2008

Las 33 margaritas



POR DOMINGO PÉREZ MADRID.


Guerra Civil española. Hace más de 70 años. Carmen Tronchoni Soria organizó un viaje para ayudar a cambiar de bando a unas personas. Delatada por una amiga, que en realidad era espía, fue detenida, condenada a muerte y fusilada en marzo de 1938.

Rosa Ríos Gómez durante la guerra desarrolló una importante misión de telefonista. Hasta el último segundo se mantuvo en su puesto y cuando se dispuso a abandonarlo las tropas enemigas se habían adueñado del pueblo. El 2 de marzo de 1937 ingresó en la cárcel y a las 12 de la noche fue fusilada sin juico alguno.

María Moreno Tena, Manolita Cortés y Pepita Losilla se dirigían el 16 de agosto de 1936 al frente cuando se vieron envueltas en una emboscada. Habían colocado el cadáver de un compañero en la carretera y al bajar a recogerlo fueron abatidas por francotiradores.

Al estallar el conflicto bélico Agustina Simón se lanzó a la calle acompañada de su hermana para repartir equipos y ayuda a los primeros voluntarios. Meses después, cuando el enemigo arrasó la ciudad en la que ella dirigía un hospital de campaña fue hecha prisionera junto a 15 soldados. Tras unas horas en prisión, al filo de la medianoche, los sacaron, los llevaron en una camioneta a cuatro kilómetros del pueblo y los asesinaron.

Experiencias duras

Seis historias -podrían ser 10,13, 20 ó 100- de mujeres valientes, anónimas, que lucharon y murieron por sus ideales. Fueron fusiladas por defender lo que creían. Por no delatar a sus amigos se sacrificaron hasta la muerte.

Francisca Magdalena de la Hoz al comienzo de la guerra fue interrogada para que denunciase a sus compañeros de partido. Se negó a hacerlo y la asesinaron en agosto de 1936.

Experiencias duras, hermosas en su tragedia, intensas en su dolor, que bien merecerían un libro, una película, un pequeño lugar en la Historia y que, sin embargo, han quedado en el olvido. Son las muertas del otro bando, de la otra Memoria Histórica. Fueron Margaritas de la Comunión Tradicionalista o militantes de la Sección Femenina. Por lo general, sus historias nunca han llegado a un libro o la gran pantalla.

No dispondrán, por tanto, de las subvenciones que recibieron, por ejemplo, los productores de «Las trece rosas», el film que narraba la historia de un grupo de jóvenes, casi todas militantes de las Juventudes Socialistas, fusiladas el 5 de agosto de 1939 en Madrid bajo la acusación de ayuda a la rebelión. La lucha de las margaritas y las falangistas fue tan sacrificada como las de las mujeres del otro bando. Alejadas del estereotipo transmitido desde la izquierda sobre la mujer conservadora de aquel tiempo, en casa bordando y cocinando, ellas también rompieron moldes. Crearon orfanatos, constituyeron sedes de Falange en lugares inhóspitos. Montaron hospitales. Presidieron sindicatos...

Como Florencia Caerols, que se encontraba al frente del Sindicato Católico Femenino de Alicante cuando el 23 de septiembre de 1936 los milicianos la detuvieron y la llevaron ante un comité. Fue encarcelada y la noche del 1 al 2 de octubre, asesinada en Rotglá, Valencia.

Sacrificios que los historiadores Laura Sánchez Blanco y José Luis Hernández Huerta han recopilado, estudiado y presentado en el Congreso Internacional sobre la II República y la Guerra Civil, organizado por el CEU. Los autores repescaron 30 historias de falangistas o margaritas asesinadas en la Guerra Civil y adjuntaron en su informe la relación de otras 33 «que no podían quedar en el olvido. Mujeres caídas en acto de servicio, en los frentes, en la retaguardia y en puestos de vanguardia».

Explican los investigadores que «cuando se habla de memoria histórica se está hablando en realidad de memoria partidista. Se exalta el número de víctimas de la represión franquista y se resta importancia al de víctimas de la República. Confundir víctimas y verdugos por profesar una ideología diferente es un error histórico».


ABC

SOBRE LO QUE NUNCA ESPERE DECIR


He visto, y lo conté en su día, a muchos chulos metidos a chequista.
He visto -y lo he contado- cómo la policía cargaba contra unos miles de españoles que protestaban por el asesinato de tres marinos. La cosa ocurrió en Cibeles, en el lejano septiembre de1979, cerca de donde estaba el entonces Ministerio de Marina, y subimos hasta la Puerta del Sol, donde estaba Gobernación y ahora aposenta a doña Esperanza Aguirre. Manifestación no autorizada, por supuesto; como tantas otras en Vascongadas. Ni viejos, ni niños, fueron respetados por los valientes maderos -que entonces vestían de color mierda- de porra en ristre, botes de humo y pelotas de goma en todos los sentidos.
He visto -y lo he contado-, cómo la policía, acaso recién desenchiquerada de sus bases, provocaba groseramente, con la zafiedad del que se sabe impune, a algunos ancianos que hacían el recorrido entre Colón y la Plaza de San Juan de la Cruz. Cuando cerca de los ancianos aparecíamos algunos que no lo éramos, y desde nuestra credencial de Servicio de Orden mirábamos fijamente su placa, los heróicos sinvergüenzas guardaban un discreto silencio.
He visto por la televisión -como todos- la ejemplar mansedumbre de la policía frente a los etarras, proetarras, filoetarras, hideputas varios, con pedigrí o a granel. He visto cómo la policía contemplaba impertérrita la quema de Banderas de España, pasándose por al arco de las órdenes o del miedo -ya que no el patriotismo del que carecen- su deber constitucional de defender la enseña del Estado que les paga.
Y a pesar de haber visto la chulería de matoncete paleto que se gastan muchos de esos individuos, cuando uno de ellos ha resultado muerto en un atentado, o en un tiroteo con delincuentes comunes, he enviado al desván de la memoria las provocaciones vistas y vividas, y he rezado, y he gritado, y he escrito en su honor.
Desde hace muchos años, mi lema ha sido que prefiero que nadie muera; pero que si la democracia sigue exigiendo como precio la sangre de los hijos de España, mejor que caigan políticos que hombres de uniforme.
Hoy, viendo lo ocurrido en el Valle de los Caídos ayer; viendo que la actitud de los guardias civiles destacados allí no cumplían un penoso deber, sino un anhelado festejo; hoy, conociendo que la Guardia Civil ha dejado de ser la del Duque de Ahumada y goza en la cochiquera como cualquier puerco de aquella Guardia Nacional Republicana chequista y cobarde, tengo que decir lo que nunca creí que diría.
Tengo que decir que conozco guardias civiles; tengo que decir que los guardias que conocí y que conozco son personas de bien. Tengo que decir que entre los guardias que conozco hay españoles de una pieza. Pero tengo que decir que, hoy, la Guardia Civil, como Cuerpo, ha dejado de tener mi respeto.
Al igual que a los militares el valor se les supone, a la Guardia Civil le suponía el patriotismo. Un patriota, un español decente, una persona honrada, hubiera obedecido sus órdenes. Un sinvergüenza, un canalla, un cabrón, lo habría hecho con recochineo y regodeándose. Esa es la diferencia.
Y en esa diferencia está la mía: lo que va de considerar al Cuerpo como benemérito de España, a tenerlo por simple calderilla del precio de la democracia.
Ahora, maten a quien maten, me importará tres leches si no es un camarada. A la Guardia Civil ya no le supongo el patriotismo. Que cada número lo demuestre, y ya hablaremos.
(Y que los que honran el uniforme me perdonen; pero se que, aunque les duela el alma, piensan igual)



(Publicado también en La Tribuna de España)

viernes, 21 de noviembre de 2008

Por la verdadera reconciliación


"Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia"


Palabras como estas, escritas por el fundador de Falange Española en vísperas de su muerte en Alicante -hace ahora 72 años- reflejan claramente su espíritu reconciliador. Fracasados sus intentos de mediar entre el Gobierno de la República y los militares que lideraban al bando alzado, José Antonio Primo de Rivera murió fusilado por las balas del odio.


Un odio que, aún hoy, se percibe en las declaraciones y actos de algunos jueces y políticos españoles empeñados en refrescar parcialmente -esto es, con parcialidad- la memoria de aqueños años terribles.


Pero el patriota y revolucionario que fuese José Antonio no murió por odio, sino por amor, y ese gesto de amor nos compromete a todos nososotros, discípulos suyos.


Frente al odio del separatismo que amenaza la unidad de la Patria, redoblemos nuestro amor por los hombres y las tierras de España entera.


Frente al egoismo que posibilita la explotación del hombre por el hombre, opongamos con generosidad nuestra lucha por la justicia social.


Frente a la cultura de la muerte que entenebrece a nuestra mundo, alumbremos un nuevo mundo en defensa de la vida.


Este es nuestro homenaje.


JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
¡PRESENTE!

20/11/1936 - 20/11/2008


Escrito por Norberto Pico


jueves, 20 de noviembre de 2008

HOY, LA ORACIÓN. (por Rafael C. Estremera)


Hoy, que es un día como cualquier otro, pero es un día diferente a cualquier otro. Hoy, que es un día de duelo y un día de alegría. Hoy.
Que para las personas decentes no hay que explicar más, y para la mugre sociópata ninguna explicación sirve porque -Longanessi lo dijo- no tienen ideas, sino antipatías.
Iba a escribir llamando a la unidad como casi siempre y -lógico- con el mismo resultado de siempre. Iba a evocar a las dos figuras más grandes de los últimos cuatro siglos de la Historia de España, extrañamente unidos en la fecha de la muerte.
Iba a explicar a los necios que esa refundación del capitalismo de que hablan no puede tener más camino que el nacionalsindicalista, y la llamada socialdemocracia de los chavinos, zapatiesteros y evolitas no tiene más futuro que la conversión en polvo, como el fenecido muro de Berlín que se cayó a patadas, ni siquiera hizo falta maquinaria pesada. Polvo de rencor, de inferioridad, de zafiedad y de odio pequeñito, como de niño malcriado y llorón.
Pero no voy a hacer nada de eso. No lo voy a hacer, porque este año lo que me pide la dignidad es maldecir, y este no es día de maldiciones.
Hoy es día de oraciones, y mañana lo será para lo que haga falta. Hoy es día para rezar por nuestros Caídos, en desagravio por los marranos que pretenden ensuciar su memoria. Mañana será día para pensar en la limpieza que hace falta, en comenzar la reconquista, en -Dios me perdone, si hay de qué- odiar al enemigo, aunque en la más bella oración jamás escrita se nos enseñe que no hay que hacerlo.
El odio, la ira, la venganza, mañana. Hoy, la oración:


ORACIÓN POR LOS CAÍDOS.
Señor:
Acoge con piedad en Tu seno a los que mueren por España, y consérvanos siempre el santo orgullo de que solamente en nuestras filas se muera por España, y de que solamente a nosotros honre el enemigo con sus mejores armas.


Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio, sino por amor; y el último secreto de sus corazones, era la alegría con que fueron a dar sus vidas por la Patria. Ni ellos ni nosotros hemos conseguido jamás entristecernos de rencor, ni odiar al enemigo.


Y Tú sabes, Señor, que todos estos caídos mueren para libertar con su sacrificio generoso a los mismos que les asesinaron; para cimentar con su sangre fértil, las primeras piedras en la reedificación de una Patria libre, fuerte y entera. Ante los cadáveres de nuestros hermanos, a quienes la muerte ha cerrado los ojos antes de ver la luz de la victoria, aparta, Señor, de nuestros oídos, las voces sempiternas de los fariseos, a quienes el misterio de toda redención ciega y entenebrece, y hoy vienen a pedir con vergonzosa indulgencia delitos contra los delitos, y asesinatos por la espalda a los que nos pusimos a combatir de frente.
Tú no nos elegiste para que fuéramos delincuentes contra los delincuentes, sino soldados ejemplares, custodios de valores augustos, números ordenados de una guardia, puesta a servir con honor y con valentía la suprema defensa de una Patria.


Esta ley moral es nuestra fuerza. Con ella venceremos dos veces al enemigo, porque acabaremos por destruir, no sólo su potencia, sino su odio.


A la victoria que no sea clara, caballeresca y generosa, preferimos la derrota. Porque es necesario que mientras cada golpe del enemigo sea horrendo y cobarde, cada acción nuestra sea la afirmación de un valor y de una moral superior.


Aparta, así, Señor, de nosotros, todo lo que otros quisieran que hiciésemos, y lo que se ha solido hacer en nombre de vencedor impotente de clase, de partido o de secta. Y danos heroísmo para cumplir lo que se ha hecho siempre en nombre de una Patria, en nombre de un Estado futuro, en nombre de una Cristiandad civilizada y civilizadora.


Sólo Tú sabes, con palabra de profecía, para qué deben estar aguzadas las flechas y tendidos los arcos.


Danos ante los hermanos muertos por la Patria, perseverancia en este amor, perseverancia en este valor, perseverancia en este menosprecio hacia las voces farisaicas y oscuras, peores que voces de mujeres necias. Haz que la sangre de los nuestros, Señor, sea el brote primero de la redención de esta España en la unidad nacional de sus tierras, en la unidad social de sus clases, en la unidad espiritual en el hombre, y entre los hombres.


Y haz también que la victoria final sea en nosotros una entera estrofa española del canto universal de Tu Gloria.


Rafael Sánchez Mazas
(Oración por los muertos de la Falange)

martes, 18 de noviembre de 2008

Los fascistas llevan corbata


Cuando digo que este país es una mierda, algún lector elemental y patriotero se rebota. Hoy tengo intención de decirlo de nuevo, así que vayan preparando sellos. Encima hago doblete, pues voy a implicar otra vez a Javier Marías, que tras haberse comido el marrón de mis feminatas cabreadas, acusado de machista –¿acaso no se mata a los caballos?–, va a comerse también, me temo, la etiqueta de xenófobo y racista. Y es que, con amigos como yo, el rey de Redonda no necesita enemigos.


Madrid, jueves. Noche agradable, que invita al paseo. Encorbatados y razonablemente elegantes, pues venimos de la Real Academia Española, Javier y yo intentamos convencer al profesor Rico –el de la edición anotada y definitiva del Quijote– de que el hotel donde se aloja es un picadero gay. Lo hacemos con tan persuasiva seriedad que por un momento casi lo conseguimos; pero el exceso de coña hace que, al cabo, Paco Rico descorne la flor y nos mande a hacer puñetas. Que os den, dice. Y se mete en el hotel. Seguimos camino Javier y yo, risueños y cargados con bolsas llenas de libros. Bolsas grandes, azules, con el emblema de la RAE. Cada uno de nosotros lleva una en cada mano. Así cruzamos la parte alta de la calle Carretas, camino de la Plaza Mayor.


Imaginen –visualicen, como se dice ahora– la escena. Capital de España. Dos señores académicos con chaqueta y corbata, cargados con libros, hablando de sus cosas. Del pretérito pluscuamperfecto, por ejemplo. En ese momento pasamos junto a dos individuos con cara de indios que esperan el autobús. Inmigrantes hispanoamericanos. Uno de ellos, clavado a Evo Morales, tiene en las manos un vaso de plástico, y yo apostaría el brazo incorrupto de don Ramón Menéndez Pidal a que lo que hay dentro no es agua. En ésas, cuando pasamos a su altura, el apache del vaso, con talante agresivo y muy mala leche, nos grita: «¡Abajo el Pepé!… ¡Abajo el Pepé!». Y cuando, estupefactos, nos volvemos a mirarlo, añade, casi escupiendo: «¡Cabrones!».


Me paro instintivamente. No doy crédito. «¡Pepé, cabrones!», repite el indio guaraní, o de donde sea, con odio indescriptible. Durante tres segundos observo su cara desencajada, considerando la posibilidad de dejar las bolsas en el suelo y tirarle un viaje. Compréndanme: viejos reflejos de otros tiempos. Pero el sentido común y los años terminan por hacerte asquerosamente razonable. Tengo cincuenta y siete tacos de almanaque, concluyo, voy vestido con traje y corbata y llevo zapatos con suela lisa de material. Mis posibilidades callejeras frente a un sioux de menos de cuarenta son relativas, a no ser que yo madrugue mucho o Caballo Loco vaya muy mamado. Sin contar posibles navajas, que alguno es dado a ello. Además tiene un colega, aunque nosotros somos dos. Podría, quizás, endiñarle al subnormal con las llaves en el careto y luego ver qué pasa con el otro; pero acabara la cosa como acabara –seguramente, mal para Marías y para mí–, incluso en el mejor de los casos, con todo a favor, hay cosas que ya no pueden hacerse. No aquí, desde luego. No en este país miserable. Imaginen los titulares de los periódicos al día siguiente: «El chulo de Pérez-Reverte y el macarra de Marías se dan de hostias en la calle con unos inmigrantes». «Xenofobia en la RAE.» «Dos prepotentes académicos racistas, machistas y fascistas apalean salvajemente a dos inmigrantes.» Aunque aún podría ser peor, claro: «Marías y Reverte, apaleados, apuñalados e incluso sodomizados por dos indefensos inmigrantes».


Marías parece compartir tales conclusiones, pues sigue caminando. A envainársela tocan. Lo alcanzo, resignado, y llegamos a la Plaza Mayor rumiando el asunto. «Es curioso –dice pensativo–. A mí tío, republicano de toda la vida, lo insultaban por la calle, durante la República, por llevar corbata.» Yo voy callado, tragándome aún la adrenalina. Quién va a respetar nada en esta España de mierda, me digo. Cualquier analfabeto que llegue y vea el panorama, que oiga a los políticos arrojarse basura unos a otros, que observe la facilidad con la que aquí se calumnia, se apalea, se atizan rencores sociales e históricos, tiene a la fuerza que contagiarse del ambiente. Del discurso bárbaro y elemental que sustituye a todo razonamiento inteligente. De la demagogia infame, la ruindad, el oportunismo y la mala índole de la vil gentuza que nos gobierna y nos envenena. Ésta es casa franca, donde todo vale. Donde todos tenemos derecho a todo. Cualquier recién llegado aprende en seguida que tiene garantizada la impunidad absoluta. Y pobre de quien le llame la atención, o le ponga la mano encima. O tan siquiera se defienda.


Así que ya saben, señoras y caballeros. Ojito con las corbatas y con todo lo demás cuando salgan de la RAE, o de donde salgan. Nos esperan años interesantes. Tiempos de gloria.
A. Perez-Reverte

lunes, 17 de noviembre de 2008

Represión en Madrid: el Gobierno impide a FE JONS rendir homenaje a su fundador


La Guardia Civil impidió esta mañana el normal desarrollo del homenaje a José Antonio Primo de Rivera que FE JONS tenía previsto celebrar en el lugar donde reposan sus restos mortales, la Basílica del Valle de los Caídos.


Desde primera hora, un imponente dispositivo bloqueaba los accesos, obligaba a detenerse a los vehículos y procedía al registro de los mismos en busca de "simbología política". A todos aquellos que portaban algún distintivo falangista se les ha impedido el acceso a Cuelgamuros sin darles la posibilidad de acceder despojándose de los mismos.


Los cacheos e identificaciones se han sucedido, e incluso, en el colmo de la arbitrariedad, se ha prohibido el acceso al Secretario General de FE JONS por portar en su vehículo una fotografía de José Blanco, Secretario de Organización del PSOE.


Al margen de una multitud de vehículos particulares, al menos tres autobuses -procedentes de Cantabria, Valladolid y Madrid- han sido retenidos por la fuerza pública, siendo un reducido grupo de falangistas los que han podido asistir al oficio religioso.


Para protestar por semejante atropello, un grupo de simpatizantes y amigos de la Falange se desplazó hasta la madrileña calle de Ferraz para manifestarse frente a la sede del PSOE. Una vez allí, los concentrados corearon consignas a favor de la libertad y en contra de la Ley de Memoria Histórica, siendo las más repetidas las de "falangistas, libertad" y "ZP y Garzón, dictadura son".


El Jefe Nacional de FE JONS dirigió unas palabras a los falangistas llegados hasta la calle Ferraz denunciando la falta de libertades públicas y la vulneración de los derechos políticos e individuales que el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero está llevando a cabo.


Toda vez que no se pudo celebrar la Eucaristía en el lugar previsto, se procedió a rezar, en plena calle, una oración por el eterno descanso del alma del fundador de la Falange y, tras el canto del Cara al sol, los asistentes se disolvieron sin que se registrase incidente alguno, muy al contrario de lo difundido por distintos medios de comunicación.


La jornada bien puede calificarse de negra, pues no se recuerda una vulneración de los derechos civiles tan flagrante. El hecho de que se impida a un grupo de ciudadanos asistir a un acto religioso por portar simbología de un partido político legal no tiene precedentes. Eso sí, sirve para dar la medida de la calidad democrática de nuestro sistema político.


Frente a la actitud provocadora de la Delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, enviando a un dispositivo desproporcionado a coaccionar a los falangistas, destacamos la actitud de los afiliados y simpatizantes de FE JONS, que no han caído en la provocación y han mantenido en todo momento la calma pese a la tensión ocasionada por las fuerzas del orden.


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Se busca a asesino de ETA


La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha colocado en la portada de su página web una fotografía del ex preso etarra Ignacio de Juana Chaos a la que titula 'Wanted', todo ello sobre un contador del tiempo que lleva "huido de la justicia" desde que ayer se dictara contra él una orden de busca y captura.
Esta decisión fue adoptada ayer por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco después de que De Juana no se personara a la hora a la que estaba citado en el alto tribunal para declarar en la causa que investiga si el etarra, en paradero desconocido desde su salida de prisión el pasado 2 de agosto, escribió una carta que fue leída en su nombre durante el homenaje que le brindaron miembros de la izquierda 'abertzale' en San Sebastián el mismo día de su salida de prisión.


La AVT, personada en la causa, reclamó ayer al Ministerio del Interior coopere en la búsqueda del "sanguinario terrorista" y recordó que los peritos de la Guardia Civil remitieron al juez un informe en el que se atribuía a De Juana la autoría de la carta leída en San Sebastián el día que salió de prisión.


Además, calificó como "una burla" que De Juana todavía no haya sido capturado y, para subrayar su descontento, ha colocado en la portada de su página web una foto del etarra sobre la que se puede leer 'Wanted'. Debajo de ella aparece un contador del tiempo transcurrido desde que fue dictada la orden de busca y captura y la frase "huido de la justicia española".


La carta atribuida a De Juana señalaba al ex dirigente de ETA Domingo Iturbe Abasolo, 'Txomin', como "un gran hombre" y reproducía su expresión "¡Aurrera bolie!" ('adelante la pelota'), interpretada como "adelante la lucha armada". 'Txomin' participó de forma directa en cinco asesinatos terroristas y en atentados mediante la colocación de bombas en cuatro buques, en un depósito de Campsa y en un camión francés, dice el juez.


Sin embargo, el bufete de abogados Kevin R. Winters & Co, que representa a De Juana en Belfast (Irlanda del Norte), remitió ayer un escrito al juez Velasco en que niega la autoría del etarra y defiende que "no está relacionado ni directa ni indirectamente" con el homenaje en su honor. Los abogados añadían que De Juan "actualmente reside en Belfast y no desea volver a España personalmente".


Pincha http://www.avt.org/ para pedir su detención .-

martes, 11 de noviembre de 2008

Homenaje a José Antonio


Pese a la Ley de Memoria Histórica y a los intentos de criminalización del Juez Garzón, FE de las JONS rendirá homenaje a su fundador, José Antonio Primo de Rivera, en el LXXII aniversario de su asesinato. El domingo 16 de noviembre, a las 11 de la mañana, se celebrará una Misa por el eterno descanso de su alma en la Basílica del Valle de los Caídos y, al finalizar la misma, se depositará una corona de laurel sobre su tumba. Se trata de un homenaje póstumo al fundador de la Falange, no de un acto político, por lo que entendemos no se contraviene lo dispuesto en la citada Ley.


Para acudir al Valle de los Caídos desde Madrid, la Jefatura Territorial madrileña ha dispuesto un servicio de autobuses que partirá de la capital a las 9:30 h. y estará de regreso antes de las 15:00 h. El precio del viaje es de 10 €. Los interesados deben reservar su plaza antes del próximo día 11 en el teléfono 91 591 30 38.


sábado, 1 de noviembre de 2008

SOBRE UNA CONFERENCIA


La que anuncia Palabra y Obra, suplemento literario y cultural de "La Tribuna de España", de la siguiente forma:
Sin ambages, recomendamos la asistencia a esta conferencia, que con título La formación de la sociedad vasca. ETA como elemento distorsionador, dará el profesor José Luis Orella (CEU), el próximo día 7 de noviembre de 2008, a las 17:00 h., en la sala Ignasi Villalonga Villalba (1er piso del edificio departamental de economía), en el Campus de los Tarongers.Si consideramos lo imprescindible de adquirir recursos dialécticos para la lucha diaria por el bien común, asistir a actos como éste, o aun más, a este en concreto, resulta inexcusable no asistir ante una fuente de saber como la que el profesor Orella supone. Escucharle en Valencia es un lujo que no debe dejarse pasar.¡Todos con Orella!
Convocatoria a la que este BLOG se suma muy gustosamente.