jueves, 30 de octubre de 2008

DISCURSO DE FERNANDO ANAYA ( 28-10-2008 )


Me corresponde el honor de hablar en nombre de todos los que han hecho posible este momento. Lo que surgió como un comentario improvisado, un sueño lanzado al aire en una fría noche de noviembre, se ha convertido en una emocionante e histórica realidad. Esto sólo ha sido posible gracias a la adhesión incondicional de todos los que nos hemos dado cita hoy aquí. Vaya por delante, en especial para los escépticos, que la presente reunión carece de vocación política alguna; para los que exijan una intención que sepan que éste es un acto netamente poético o, ¿es que hay alguien que puede dudar que es posible, después de tantos años, congregar a todas las familias joseantonianas de otra forma?. Pues es así, el motivo de este encuentro es la rememoración de un acto de afirmación nacional que tuvo lugar hace setenta y cinco años y que supuso el alzamiento de una bandera por la que tantos españoles dieron su vida por una Patria más unida y más justa. Pero lo que nos une esta noche no es solamente un aniversario, es mucho más; todos los aquí presentes compartimos, en mayor o menor medida, un mismo planteamiento vital, insobornable, que resulta minoritario en esta sociedad de mercaderes y pusilánimes. Compadezco al compatriota incapaz de percibir la grandeza de este momento y maldigo a los que planificaron su formación con las orejeras del recelo y la ignorancia. La metafísica es un estadio reservado para las almas libres. A continuación, se va a proceder a la lectura de un discurso pronunciado tres cuartos de siglo atrás. Resultaría un ejercicio tedioso y gratuito advertir al presente foro la necesidad de contextualización de su contenido. En efecto, dicho discurso es hijo de una época extraordinariamente convulsa, el sistema capitalista se desplomaba recrudeciéndose la injusticia y la miseria entre amplias capas de la sociedad española, mientras, de fondo, ya se dejaba oír el sonido metálico y deshumanizador de la utopía comunista. El tiempo, irremediablemente, ha dado forma a aquellas palabras dorando su blancor almidonado de la primera hora, incluso deshilachando los ribetes que no fueron capaces de superar las tormentas de los hombres. Es mejor así porque el abandono de lo prescindible aligera el trayecto a toda esencia. Hay quien puede dudar de la utilidad que aporta la relectura de un discurso pronunciado hace tanto tiempo. Y sin embargo, si esta mirada se realiza sin el vidrio raspado del prejuicio y echamos un vistazo a nuestra España de hoy, sorprende la actualidad de su contenido, porque la verdadera novedad es la que jamás envejece. Es la misma España que sestea, la misma hemiplejia moral a la que nos aboca el ficticio binomio “derecha-izquierda”. Mención especial merece el peligro secesionista, respaldado institucionalmente en nuestros días por el Estado de las Autonomías, germen de disolución nacional. La mal llamada Transición finalizó con una huída hacia adelante que fue ese engendro administrativo denominado “Comunidades Autónomas”, artificiales costuras de poder que debilitan progresivamente cualquier unidad de decisión necesaria para toda nación soberana. Si nadie lo remedia, lo sabemos, sólo es cuestión de tiempo una declaración interina de independencia.


El panorama es ciertamente desolador pero sobrevivir compromete a ser un héroe en la devastación de la esperanza y nos corresponde la responsabilidad de defender nuestros ideales, convirtiendo cada voluntad en alcázar inexpugnable, tal como hicieron nuestros mayores en circunstancias mucho más adversas.


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José Antonio Primo de Rivera, cuántas veces habremos dicho ese nombre en la más absoluta soledad o en torno a un círculo de íntima camaradería.

A cuántos de nosotros nos ha marcado el resto de nuestros días desde que su primera certeza nos golpeó, tan poéticamente, en nuestro entendimiento.

Cuántos de nosotros llevamos inoculado su concepto inapresable de Estilo, una vocación que marca desde el planteamiento trascendente al ademán cotidiano, una aspiración a la excelencia que engloba todas las facetas de la vida.

La atemporalidad de su prosa, el testimonio de su sacrificio, nos hacen sentirnos mensajes en una botella pidiendo desesperadamente auxilio en el naufragio de nuestra época. No existe en nuestro siglo XX un personaje más relevante y tan vilmente manipulado. Demonizado por unos que, compulsivamente, repiten la manida “dialéctica de los puños y las pistolas” sin saber siquiera cómo termina la frase; arcangelizado por otros que, por bastardos intereses, entonaban su nombre cara al sol que, en cada momento, más calentaba. Basta ya de tergiversaciones y de lamentos, de falsedades y de odas con laurel porque ambas interpretaciones caen en el error de la superficialidad y en Historia lo superficial es el mejor sustrato para la mentira. José Antonio fue ante todo uno de los intelectuales con más futuro de su época cuya huella nunca será eclipsada por un abordamiento frívolo y cuyo mérito no necesita más tributo que el de una lectura ecuánime de sus escritos. José Antonio hoy, no puede quedarse en mito inoperante, un lucero lejano propicio a la mera contemplación, no. Entre todos hagamos de él, el espejo vivo que esta España necesita, para que su voz entre como aire fresco en nuestras aulas universitarias asfixiadas de tanta zafiedad y vacío. Pocos testimonios resultan más recomendables para una juventud que languidece en una ausencia de formación espiritual y académica.


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Para muchos hablar de Patriotismo hoy es abordar un concepto ya superado, un fósil engullido afortunadamente por el paso del tiempo que, de vez en cuando, vuelve a la luz como un añejo blasón en el pórtico de un Parador Nacional, algo decorativo, aparatoso y en definitiva inútil. Que sepan todos ellos que un Patriotismo actual es posible, una palpitación irrevocable que no sirva de trinchera para ningún partido político, ni sometido a ninguna otra artificial división, es sencillamente la íntima puesta en común de un mismo destino en la Historia. Un Patriotismo actual es posible, exactamente como el que propugnaba José Antonio, un Patriotismo estricto y difícil, sin complejos, que nada tiene que ver con manifestaciones patrioteras de charanga con las que se suele ridiculizar cualquier interpelación a tan noble causa. Un Patriotismo actual es necesario porque cada hora nuestra no es menos solemne que cualquiera precedida y somos muchos los que padecemos de insomnio en la noche de nuestras conciencias. Vivimos en una sociedad en la que todo resulta evaluable, prescindible, intercambiable, pues bien, frente a este planteamiento relativista nosotros seguimos creyendo en la inmutabilidad de las verdades eternas, demasiado amplias para el estrecho hueco de las urnas. España, a pesar de la preocupante ignorancia de la mayoría de su clase política, no es lo que los españoles y las españolas quieran. España es una realidad distinta y superior a cada uno de los individuos que transitoriamente la conformen. Hay conceptos que, afortunadamente, escapan del tentáculo liberal de la transacción. Por esta razón, voluntariamente desentonamos en el rumor de zoco que despiden los salones parlamentarios en los que, en tantas ocasiones, se regatea con la Unidad de nuestra Patria.


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El ámbito de las ideas es el verdadero campo de batalla y en esta pugna no renunciemos a la vocación revolucionaria, porque ser revolucionario hoy significa iluminar con certezas los callejones oscuros de la retórica estéril, significa desarmar al farsante en la distancia corta del argumento. Frente al discurso alienante de lo políticamente correcto, una actitud constructiva de permanente inconformismo. Sí, nuestro sitio sigue estando al aire libre, porque no renunciamos a nuestro puesto de centinela en las marrullerías de los trileros de la palabra. Sí, nuestro sitio permanece bajo la noche clara, porque nos mantenemos en las afueras de la timba de cartas marcadas que es la política española. Vuestra generosidad ha permitido convertir este teatro en lo que es hoy, una catacumba de luz para la noche cerrada de nuestra Nación, un piano que interpreta, entre las ruinas, la sonata inmortal de una Primavera por venir. Que la melancolía del ayer no supere la alegre fraternidad de esta cita histórica. Por ello, antes de volver al cautiverio de los matices doctrinales, a las trincheras de los personalismos excluyentes, compartamos la emoción de este momento de unidad joseantoniana y guardémoslo en nuestra memoria como testimonio de esperanza. Mantengamos intacta la fe en nuestros ideales porque la vocación de vanguardia comienza en el interior de cada uno. Que la Poesía sea siempre norma cardinal de nuestra existencia. Camaradas, hermanos, alzad conmigo una misma voz que rompa las cadenas del tiempo:


Arriba España.


Fernando Anaya

martes, 28 de octubre de 2008

JOSE ANTONIO EN EL ESCENARIO (por Arturo Robsy)


Un admirable camarada, buen escritor con enorme capacidad para observar al hombre, ha puesto a disposición de todos el libro Por amor al Joven César, un libro de estampas falangistas que observa a José Antonio en diversos momentos de su prometedora vida.
Ha coincidido, voluntariamente, con esta semana esperanzada del 27 al 2, que abarca la esperanza de la redención de España, el día del atender de los difuntos y la gloria de todos los santos.
Mañana se reunen la memoria y la lealtad en el recuerdo agradecido del acto de confirmación de la fundacón de la Falange Española, un movimiento para la redención del hombre, atrapado entre las aristas del liberalismo y del marxismo. Aquel momento ha trascendido y llena como hierro al rojo, setenta y cinco años de vidas y lealtades, pero también de silencios y traiciones.
Por amor al Joven César termina cuando José Antonio, muerto, lanza una última mirada al mundo. Le falta algo fundamental, que aquí queda:



JOSE ANTONIO EN EL ESCENARIO

Por voluntad de Dios, José Antonio vuelve con los suyos cuando el otoño se abre, en flor, los veintinueve de Octubre, portal de todos los santos y de todos los muertos.


Baja en una chispa del tiempo y pisa el escenario. Contempla la emoción de las caras, la fuerza de las palabras que legó, la voluntad de generar mejores mundos y superiores metas. El joven de la tercera fila, que aprieta la mandíbula y duda entre la emoción y la alegría. El otro, que descubre, una vez más, palabras aladas que le levantan sobre las miserias. Todo tiene sentido.


Un Falangista, tras el atril, lee el discurso del teatro de la Comedia, tan vivo y cierto como en 1936; tan urgente como en 1936. Tan decidido a rechazar la desesperanza y a predicar la alegría, la vida como servicio y el corazón como condición.


Por voluntad de Dios, sencillamente Dios, José Antonio se hace ritmo de cada palabra. "Nada de un párrafo de gracias. Escuetamente, gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro estilo." Así lee el falangista con la voz amplia y clara.


Mira el Joven César: ve a los hombres y cómo desde ellos sale, disipándose, la bruma de España. Ve en España al hombre y en el hombre a España.


"...aspira a llegar en la injusticia a tantos grados más allá cuantos más acá llegaran en la injusticia los sistemas liberales." Lee el falangista


El César ya sabe más que cuando dijo aquello. La vida, si no se mide, es sólo injusticia para todos. La vida, si no se cuida, contiene el horror.


"¡Dios, qué buen vasallo si oviera buen señor! Eso vinimos a encontrar nosotros en el movimiento que empieza en este día: ese legítimo soñar de España."


Dios, Dios. -dice José Antonio- Fue un infierno voluntario tener un sentido permanente ante la historia y ante la vida. Y una gloria del honor y de la llama.


"...no es una manera de pensar: es una manera de ser..." -leen.


Hay algo más, Dios. Dejar una señal en este aire de plata. Se vuelca sobre el falangista que lee. Le coge el corazón y la garganta. Inspira.


"¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete polvo, sudor y hierro, la injusticia que duele y la verdad brava que mata! La poesía que no ha de terminar nunca de quemar el alma."


El lector se detiene. Mira las líneas de palabras. Ha leído lo que José Antonio no dijo y, sin embargo, siente triunfo y fuerza en la entraña.


La novia le besó cuando salían: -Hubo un momento que pareciste José Antonio.


-Alguna vez todos lo parecemos. -Cuando leiste que se prometía la verdad que mata.


-Los escenarios no se vacían nunca. Siempre quedan los sueños.


Que nuestra vida alumbre.Que nuestra muerte tenga el nombre de España y que Dios, desde lo alto, nos sonría.


Arturo ROBSY


sábado, 25 de octubre de 2008

LOS FALANGISTAS ANTE LA CRISIS - ASESORAMIENTO JURÍDICO GRATUITO


Los falangistas de la sierra de Madrid lejos de esconder la cabeza bajo el ala hemos decidido dar un paso al frente y buscar solucciones ante la situación que se nos avecina.


Los falangistas de la Sierra Noroeste hemos decidido hacer algo. Ayuda positiva para todos aquellos que la necesitan por causa de la actual crisis financiera. Los poderosos han creado esta situación. El capitalismo ha explotado contigo dentro. Los Bancos y las grandes corporaciones son ayudadas por el Estado con dinero público y, sin embargo, los ciudadanos de a pie no pueden contar con auxilio estatal alguno. Se encuentran solos frente a toda clase de reclamaciones de las entidades financieras acreedoras. Los grandes planes de recuperación económica sólo contemplan el socorro de los mismos que han provocado esta catástrofe.


Ellos piden toda clase de ayudas, pero luego se muestran inflexibles en el cobro de los créditos que, en su día, te concedieron. Ellos no entienden de retrasos o moratorias para el pago de los servicios que te dan. Si no sabes qué hacer o a dónde acudir, nosotros ponemos a tu disposición a nuestros profesionales. Nosotros creemos que sólo la solidaridad entre todos hace la fuerza para enfrentarnos a ellos. Unidad de los ciudadanos honrados frente a los depredadores financieros que pretenden salir de la crisis a nuestra costa. Y así, esta crisis puede servir para empezar a cambiar las cosas. Para plantarles cara y decir que YA BASTA. Los PROFESIONALES FALANGISTAS han decidido agruparse y ayudar, en lo que puedan, a los ciudadanos con problemas. Nosotros te ofrecemos:


ASESORAMIENTO JURÍDICO GRATUÍTO. Nuestros Abogados te orientarán sobre la mejor manera de defenderte frente -principalmente- a las reclamaciones bancarias, así como a las de cualquier otra entidad o persona acreedora. No dejes que te avasallen. El deudor tiene derechos reconocidos en nuestra legislación. Házlos valer de la mejor manera posible.


ORIENTACIÓN DE AYUDA PERSONAL. Cuéntanos tu caso concreto. Nosotros podemos intentar solucionar tu caso: información sobre comedores y demás ayudas sociales municipales, comunitarias y estatales; organismos privados de ayuda; becas y subvenciones; información sobre Servicios Sociales y ayuda a la familia...


NO ESTÉS SÓLO. LA SOLIDARIDAD ES LA BASE DE LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA SOCIEDAD.


ESCRÍBENOS A:




CUÉNTANOS TU CASO Y JUNTOS LO INTENTAREMOS. Remítenos un simple mail e intentaremos ayudarte.


Un saludo a todos desde El Escorial


viernes, 24 de octubre de 2008

Sociedad imperfecta


Vivimos en una sociedad imperfecta, y esto no es un descubrimiento que hago a la galería, más bien tan solo remarco una obviedad. Pero hay ocasiones en que un bofetón de la vida te lo hace ver de forma más acusada.
Y uno de esos bofetones acaba de dejarme la marca de sus dedos en la mejilla de mi alma. Un impacto doloroso que quisiera compartir con mis lectores, pues dicen que al contarlas, las alegrías se suman, pero las penas se dividen.
La sensación de dolor suele venir del contraste con la felicidad, al igual que el frío es la ausencia de calor o el mal la ausencia del bien. Coincidiendo con la operación “carrusel”, una de las mayores operaciones contra esos degenerados, pederastas, subproductos de la raza humana, miserables despojos semovientes, carne de presidio, que destruyen la inocencia de los niños y se sirven de ellos para sus perversiones más abyectas, inundándolos de por vida con la supuración de sus blenorragias mentales; casualmente un muy querido amigo me da una triste noticia.
La actuación de la brigada de información tecnológica deteniendo a estos cerdos indeseables, a los que no puedo perdonar ni invocando toda la caridad cristiana que se quiera, pues incluso Nuestro Señor no lo hacía (recordemos el evangelio de San Mateo:
“A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría ser arrojado al fondo del mar con una piedra de molino atada al cuello”), trae una coletilla que los medios de comunicación se han encargado de difundir: hay un miembro de la Guardia Civil entre los detenidos. Seguro que esto en algunos entornos se magnifica, cuando no es más que una manzana podrida que en todo barril puede encontrarse, excepción que justifica la regla de honor y valor.
Y por otra parte, ese amigo al que antes hacía referencia, este sí una muestra de lo que debe ser el espíritu de la Guardia Civil, uno de tantos héroes cotidianos que nos hacen sentir orgullosos de un cuerpo con tan dilatada trayectoria, me da la terrible noticia de la enfermedad de su madre, un tumor maligno a ser operado, con suerte y si la seguridad social encuentra un hueco entre cambio de sexo y cambio de sexo, con urgencia. Una mujer que no conozco, pero se que si su hijo es tan solo un pálido reflejo suyo, será extraordinaria.
Lo primero que me vino a la cabeza tras el impacto fue la imagen de Enrique Jardiel Poncela, genio renovador de nuestro teatro, cuando se moría día a día carcomido por el cáncer, intentando escribir tras el cristal de un café de Madrid. Jardiel se sabía lleno de ideas fabulosas, lleno de un futuro que se le negaba, que se acababa día a día, hora a hora, segundo a segundo. Y por la calle, a través del cristal, contemplaba a gente cuya vida era intrascendente, a maleantes, a delincuentes llevados esposados por la policía, pero sin embargo llenos de vida, con muchos años por delante para poder seguir cometiendo atrocidades. Jardiel, exclamaba suspirando “¡cuanta salud inútil!”
¡Cuanta salud inútil se llevan los pederastas, los etarras, los asaltantes violentos, los que matan a sus hijos, los narcotraficantes…!… cuánta salud le falta a tanta gente buena, que lucha contra lo inexorable. Cuanto dolor. Tan sólo nos queda confiar en Él.
Juan V. Oltra

lunes, 20 de octubre de 2008

Arranca la blogocampaña contra el porno infantil


La pornografía infantil en la Red es una lacra imparable que ensucia nuestras vidas cada día. La presión policial con macroredadas no es suficiente para detener las malas prácticas de estos individuos, que actúan desde el anonimato que puede brindar la Red golpeando las vidas de cientos de niños, incluso bebés, en busca de un deseo sexual depravado y enfermizo. Por eso entre todos los internautas debemos ponernos manos a la obra y meter el máximo de ruido en el ciberespacio. El objetivo de esta blogocampaña, que arranca hoy, es que el próximo 20 de noviembre --Día Universal del Niño-- cientos de blogs escribamos un post en el que aparezca la frase Pornografía infantil NO para sembrar los buscadores de Internet de severas críticas a esta vergüenza humana y social. De esta forma conseguiremos que las ciberbúsquedas de las palabras pornografía+infantil al menos golpeen las conciencias de tanto salido mental. En el post podéis colar términos de búsqueda empleados por los pederastas y pedófilos como "angels", "lolitas" o "preteens" para llegar adonde queremos llegar. PÁSALO. Si quieres participar coloca este cartel en tu blog, difúndelo entre tus conocidos y escribe el 20 de noviembre un post necesario para desinfectar algo la Red de todos.


¡A POR ELLOS! Todos los que os apuntéis a esta blogocampaña contra la pornografía infantil --iniciativa de La Huella Digital y Vagón-bar-- dejad un comentario aquí o enviadme un correo para hacer un listado de blogs y páginas webs participantes. Contamos con todos vosotros y muchas gracias de antemano.


miércoles, 15 de octubre de 2008

Defensa catedral de Neuquen frente a las hordas feministas y anticristianas....


Hoy voy a publicar una entrevista realizada a Pablo, un chico de 21 años que hace unas semanas defendió, junto a otros cien jovenes argentinos, la catedral de Neuquen frente a las hordas feministas y anticristianas que pretendián profanarla.


En youtube, si poneis "defensa de la catedral de Neuquen" podeis ver el video, en el cual se aprecia por un lado la paz de los jovenes cristianos, los cuales no dejaron de rezar en ningún momento el Ave María. Por otro lado, en el video se puede apreciar el odio de los anticristianos, los cuales no hicieron mas que arrojar botes, insultar y escupir (dicho sea con respeto, creo que un chimpancé es mas civilizado, siento hablar así de crudo) a los cristianos.


Creo que merece la pena leer la entrevista, ojalá nos sirva a todos para renovar nuestra fe y el compromiso de defenderla. El pasado 17 de agosto, Neuquen, una ciudad del sur de Argentina, fue testigo de un acto heroico, que llegaría al mundo entero a través de un vídeo difundido por internet(hagan click aquí para verlo antes de leer la entrevista). Un grupo de jóvenes en actitud impasible y de oración, defendió con valor ejemplar la catedral de dicha ciudad, frente a una masa enloquecida que les humilló, escupió, e incluso arrojó piedras.









Pablo tiene 21 años, es de una provincia limítrofe a Neuquén y esa tarde estuvo en la vanguardia de los defensores de la catedral ante la inminente amenaza de una manifestación de feministas, capaz de profanar el templo. Como joven y como católico la oportunidad de conocer y entrevistar a Pablo es una verdadera bendición.


E:Gracias por la generosidad de contarnos tu experiencia.


R: Gracias a vos por darnos la posibilidad de contarles a nuestros padres en la Fe, los españoles, sobre esta experiencia que Gracias a Dios nos ha tocado vivir.


E: Cuéntanos, ¿Cómo surgió la iniciativa de acudir en defensa de la Catedral?


R: Mira, hay unas jornadas que se llevan a cabo en Neuquén hace algunos años. Monseñor Aguer, Obispo de La Plata, pidió a los Católicos participar de estos encuentros con el fin de defender la Verdad, es decir la Iglesia, la Vida y la Familia. Desde entonces se trata de participar con la mayor cantidad de gente posible. La idea propiamente de la Defensa de la Catedral surgió de los jóvenes asistentes por necesidad, o sea, se ataca la catedral del lugar, se la pinta, se la apedrea, entonces, como miembros e hijos que somos de la Iglesia, ¿Cómo no defenderla?


E: Hubo católicos en contra de la defensa pacífica y en oración que realizasteis, ¿Cómo os sentó ésta falta de apoyo?


R: Si, siempre los hay, al ser una decisión prudencial, es decir, está bien defenderla y también rezar por los que la atacan y defienden, entonces se plantea la duda. Por nuestro lado, lo que TENIAMOS QUE HACER se hizo por la Gracia de Dios. Fue muy duro al volver a donde estábamos alojados, los demás Católicos nos sacaban la mirada de los ojos, yo recordé a los soldados de Malvinas, que cuando volvieron de la guerra nadie los recibió, por supuesto que no nos comparo con esos héroes de mí Patria.


E:¿A qué grupos pertenecéis los jóvenes que estuvisteis presentes?


R: En realidad participan diversos grupos, vamos de muchas provincias del país, SAN LUIS, BS. AS., SANTA FE, MENDOZA CORDOBA, TUCUMAN, ETC. Entonces son muchos los grupos que participan, por mi parte fui con el Grupo Apostólico Christus Vincit de San Luis. En total éramos 800, pero solo 100 defendimos la Catedral.


E: ¿No os desanimó en ningún momento el hecho de que el propio obispo rechazase vuestra arriesgada decisión?


R: Bueno, es un tema complicado. Y lo que diré es una cuestión solo personal. No me pareció bien lo del Obispo, pero creo que no podemos hablar mal de él por el mismo hecho de ser Obispo, debemos respetar la jerarquía de la Iglesia, que Dios ha dispuesto. Nosotros teníamos claro que debíamos estar allí. Estábamos concientes de que era el ámbito de los laicos, y como tales debemos “restaurar todas las cosas en Cristo”, era la oportunidad, puesta también por Dios, que teníamos para decirle al mundo, que todavía quedan jóvenes que están dispuestos a convertir el mundo, y así cumplir la voluntad de Cristo; que están dispuestos a dar su vida por la de los demás y sobretodo por la Verdad del Evangelio.


E: ¿Qué sentimientos os recorrían en los momentos previos?


R: Y… incertidumbre, no sabíamos lo que podía pasar… nos podían pegar, nos podían acuchillar, podían entrar al Templo y profanar, todo podía pasar, son momentos de mucha tensión, yo de mi parte no paraba de llorar y rezar a mi Madre de Guadalupe, me ponía muy mal que 700 Católicos no estuvieran con nosotros, éramos solo 100.


E: Al llegar la masa de mujeres feministas, comenzáis a sufrir la más brutal agresión. ¿Durante cuánto tiempo se prolongó? ¿Cómo vivisteis ese tiempo?


R: Todo se prolongó una hora y cuarenta minutos, más o menos. Fue terrible, no se iban más, nos gritaban, nos escupían, nos tiraban latas de aerosoles y piedras, rasgaron una bandera Argentina y la prendieron fuego, nosotros, solo rezábamos, un Avemaría tras otro, sin parar. Pidiendo por cada una de ellas, pidiendo por cada niño abortado, pidiendo por nuestra Iglesia y sus Pastores, también en reparación por las blasfemias proferidas. Es un poco difícil de explicar, sobretodo, nos invadía una Paz extraordinaria, y en esto coincidimos todos los que allí estábamos, una Paz que no puede venir de otro lado que no sea de Nuestro Dios y Señor, sentíamos que nos consolaba el alma. Además se percibía la presencia de Dios con nosotros, se me eriza la piel cuando recuerdo el momento en que empezaron a tirar de la bandera y algunos de los nuestros empezaron a tambalear por no soltarla, comenzó a llover agua bendita por todos lados, esto los recompuso en sus lugares al instante.


E: ¿Miedo?


R: ¡No! Hay dos formas de ser Católicos hoy en día, MARTIRES O CONFESORES. Fuimos lo segundo por que confesamos nuestra fe en la Verdadera Iglesia de Cristo, pero nos hubiese gustado a todos, ser lo primero. Se ve que no estábamos preparados para recibir esa Gracia. La confesión de la Fe se da con el TESTIMONIO, creo que aquí se basa nuestra misión, como laicos y como jóvenes, en dar TESTIMONIO CONSTANTE DE LA VERDAD; este TESTIMONIO se dio, y te quiero contar una pequeña gracia de nuestro Señor y de nuestra Madre: una señora se acerco y nos preguntó antes de que llegue la horda ¿Qué hacíamos allí parados rezando? Le contamos que estábamos a favor de la vida y en defensa de la Iglesia, en ese momento comenzó a llorar y nos contó que ella había abortado, pero que quería rezar con nosotros, le dijimos que Dios perdona a todo el que se arrepiente y que ella sería un testimonio muy importante; y esto todos los días se puede hacer, rezando el Rosario en la calle, hablando con un compañero de la Universidad, en el trabajo, etc. Es muy necesario en nuestras sociedades, lo digo también por nuestra Madre Patria, que están viviendo un laicismo que asusta.


E: ¿Sentiste en algún momento la tentación de usar la violencia?


R: Todos vamos ahí con el pensamiento de ser Mártires, resistir hasta la última gota de sangre. Algunos chicos de la primera línea se pusieron muy mal, por que insultaban a la Virgen, ej: diciendo que era lesbiana; ahí te dan ganas de todo, pero bueno, sabemos que el TESTIMONIO se da de otra forma, y que la virtud de la fortaleza es más perfecta cuando resiste que cuado ataca.


E: ¿Ha supuesto un cambio espiritual en tu vida el día de la defensa de la catedral Neuquén?


R: ¡Sí! Comienzas a vivir la vida como verdaderamente es: UN COMBATE, UNA MILICIA; tomas conciencia de que hay que combatir por Cristo el Verdadero Rey, y ese combate se divide en dos, contra uno mismo y sus pecados, y contra los enemigos de Cristo y de su Iglesia; te ayuda a vivir vigilante a hacer todo de manera diligente.


E: ¿Una conclusión final?


R: Creo que es hora de despertar, tenemos que tomar conciencia de que si nosotros no lo hacemos, no lo hace nadie, nadie va a dar TESTIMONIO DE LA ESPERANZA si no lo hacemos los Católicos, el mundo nos está esperando, el mundo espera de nosotros, que vayamos a buscarlo, a conquistarlo. Me parece que se esta dando un fenómeno muy bueno en todo el mundo, pero depende de nosotros, únicamente de nosotros. No hablo solo de los Argentinos, les hablo a cada uno de ustedes, a los que lean esta entrevista, tenemos que entregarnos del todo, en la vida publica, en la universidad, en la familia, en la política, en los medios; llevar a Cristo nuestro Rey a cada uno de los rincones de este mundo, que como dije, nos está esperando.


Quisiera terminar con una frase del P. Leonardo Castellani que decía:


“Pobre mi Patria, en manos de hombres tenderos y charlatanes; ¿Será posible que hayan muerto ya todos sus capitanes?.”


Esos capitanes debemos ser nosotros, así terminó la Defensa de la Catedral, en esta defensa se forjan los futuros mártires de la Iglesia.



http://sc-sincomplejos.blogspot.com/




martes, 14 de octubre de 2008

RAFAEL GARCÍA SERRANO, VEINTE AÑOS. (por Rafael C. Estremera)


Porque ya son veinte años los que van desde el fallecimiento del gran maestro de las letras españolas, Rafael García Serrano.
Cuando, allá por 1979, leí La fiel infantería y el Diccionario para un macuto –las primeras obras de Rafael García Serrano que cayeron en mis manos- me convertí en un incansable seguidor del maestro.
No sólo las novelas que las editoriales –la Planeta de entonces, que supo sustraerse a la presión oficial y satisfacer a un público agradecido-, ponían a disposición del lector, sino también los artículos que, con la cabecera genérica de Dietario Personal, publicaba El Alcázar.
Aquellos artículos, bien que escritos sobre la marcha del día a día, casi sobre el tambor, seguían siendo una obra maestra, y di en coleccionarlos también.
Quedaron los Dietarios depositados en una carpeta a la que volvía con frecuencia, tanto por simple gusto como para –siguiendo el ejemplo de Sthendal con el Código Civil napoleónico- coger tono.
Llegó, a finales de los 80, un momento en que las circunstancias me pusieron en disposición de difundir aquellos recortes. Surgió una mínima edición de los mismos, fotocopiada y encuadernada artesanal y rudimentariamente, que distribuyó EJE. Aquello se detuvo por dos razones; la primera, el temor de que los herederos del maestro lo considerasen inoportuno; la segunda, que no queríamos parecer unos aprovechados del trabajo y el genio ajeno, a pesar de que el beneficio económico era nulo, y el trabajo considerable.
Sólo años después, cuando la informática se había instalado en nuestras vidas de forma irreversible y medianamente asequible, lejos de los primeros y carísimos balbuceos en que intentarlo hubiera sido una temeridad, dediqué los ratos libres a la conservación de aquellos Dietarios en el nuevo y universal formato digital.
Los guardé para mi, sin más intención que la antedicha de preservarlos de cara a la posteridad.
El mundo da muchas vueltas; tantas, que a veces parece una centrifugadora capaz de agrupar las partículas de similar entidad. Dicho más a la pata la llana y recurriendo al refranero: Dios los cría y ellos se juntan.
De modo que, navegando en ese mundo virtual del ciberespacio; en esa gigantesca maraña que nos aproxima y separa de nuestros semejantes, nos acabamos encontrando algunos que –amén de Nacionalsindicalistas, que eso se da por supuesto- guardábamos idéntica fidelidad, agradecimiento y admiración reverencial a Rafael García Serrano.
Surgió el tema, recordé aquellos Dietarios, lo comenté, y fui urgido a compartir mis tesoros con los hermanos de la cofradía rafaelista, cosa que hice pronta y gustosamente, a la vez que ellos completaban mi colección con sus aportaciones.
Aquí, a continuación, está una de esas obras de arte que Rafael García Serrano hizo cada día y que ninguna editorial pudiente se ha molestado en publicar. Dios las premie con muchos lectores tontos, de los que compran el último premio “nosecuantos” sin conocer el título; de los que compran libros al peso, o por metros, o porque en el lote incluyen una tele, un mueble para la tele y una tostadora que hace palomitas para ver la tele. Es lo suyo.
En mi colección hay casi trescientos artículos de los miles que deben estar por ahí, en viejos recortes de periódico, en desvanes, en armarios o carpetas olvidadas. Acaso, si el “Gran Hermano” -el de Orwell, no el de la tele- aún no ha hecho limpieza, en las hemerotecas.
De forma que aprovecho la ocasión para pedir su colaboración a todo el que pueda prestarla de cualquier forma, para rescatar el máximo posible de estas pequeñas obras de arte; pequeñas por extensión, monumentales por contenido. Y para ofrecerlos a las editoriales que puedan tener interés en hacer algo más que la pelota a los tontilocos papanatoides habituales.
Llegará el día en que baje el nivel de las aguas –y de la mierda-, y los supervivientes nos lo agradecerán.
Aquí, amigos, una muestra mejor que todo lo que yo pueda decir:


Diario de a bordo del Che Colón(Fragmento correspondiente a la fecha de hoy)MIÉRCOLES, 12 DE OCTUBRE (83)


La verdad es que en mis anteriores viajes (dilatados y múltiples), mis ojos lo habían visto todo del Levante al Poniente, desde la ciudad sagrada de La Habana {alabado sea el comandante Castro, profeta de Marx, que mil siglos viva) a las indómitas e infieles hordas de San Francisco, del Septentrión inexplorado y hostil hasta la tierra del Sur, donde habitan las hordas rebeldes de la Argentina y Chile; incluso, por el camino de la noche, alcanzó las mil cebollas del Kremlin, que irradian con su luz boreal la de la única y verdadera religión. Sólo Marx me ayudó, y sólo Marx fue el único que sabía de mi corazón cuando descubrí esta prometedora tierra sin nombre, seguramente a causa de que tiene más de cien, que recuerda los desiertos de Méjico, a veces el espinazo de los Andes, las altiplanicies, las sabanas, y también las orillas del Guayas, y a ratos me recuerda el aire suave como el de las noches del Caribe, y altos bosques —de los pocos que se salvan del furor de una tribu que los incendia en verano como sacrificicio sus dioses—, y hay ríos y lagos muchos, hechos, estos últimos, al parecer, en una larga y oscura noche por un demonio llamado Franco, del cual no se conservan imágenes, aunque todos sin agua, tanto ríos como lagos, si bien hay muchos adoradores de este demonio, al que toman por Dios. Ni ríos ni lagos me recuerdan a los nuestros, porque son menguados.
Otro tanto pasa con los miembros de una secta —la tele le llman lo mismo el pueblo que los caciques—, cuya tradición es recibir y entrevistar a los visitantes y sobre todo a los caciques, y hacerles preguntas y cantar sus alabanzas. Suelen ser, en general, cortos de talla y entendederas, pero muy estimados. He conocido dos o tres que son verdaderamente tarramusquitos y casi tontos, pero me dicen que aquí la tradición de los enanos y los bobos es ley y me citan a uno muy famoso, el de Coria, según cuentan. Calculo que debe de ser una especie de residuo de alguna religión antiquísima. Refieren que sus reyes se divertían con tales monstruos, bufones e idiotas y ahora hacen lo mismo, lo que aquí llaman, según sus sagrados textos, el pueblo soberano. No sé, la verdad. Esto es bueno, porque la historia de los grandes descubrimientos y conquistas de nuestra Santa Madre URSS están llenas de tontos indígenas, a quienes llamamos útiles. De eso hay aquí tanta cantidad como al Sur de nuestro continente aves guaneras y del mismo modo que los detritus de éstas son muy útiles en nuestra agricultura, los tontos útiles rinden tanto en estos pagos que la cosecha de nuestro padre el Kremlin será ubérrima.
Respecto a ganadería precisaré que bestias de ninguna manera vi, salvo papagayos y especies semejantes con distintos nombres, de plumaje gris, diputados, senadores, caciques, que no ofrecen ningún peligro al extranjero, pero que acarrean grandes daños a sus súbditos, esclavos y enemigos. Cuando tenga tiempo haré relación puntual de estas y otras bestias, a fines científicos y de posible explotación.
Marx me endereza por su piedad a que halle oro, pero lo cierto es que no se encuentra mucho, aunque el que hay me lo dan de buena gana para mayor gloria del Kremlin a cambio de bonetes colorados, collares, sortijas, cascabeles y el dulce rumor de algunas, palabras que consideran mágicas: democracia. Constitución, progreso, solidaridad con los pueblos que gimen bajo las dictaduras y otras por el estilo. Si les dices que son guapos, que el mundo les mira y que sus leyes y costumbres constituyen un ejemplo a seguir y admirar por todos, menean el rabo y te lamen las manos. Son de estatura regular y de diversos colores, rubios, morenos, casi prietos a veces, castaños de pellejo; en cierto modo, se diría que muy semejantes a nosotros, salvo que aquí se advierte menos mestizaje y se sospecha que ya no queda ni para muestra un descendiente de los primeros pobladores o de la raza aborigen, si la hubo. Tengo la impresión de que este descubrimiento va a ser lo más grande desde la creación del mundo por Marx, excepto la encarnación, muerte y conservación de Lenin por los siglos en la Plaza de la Manzana.
Hoy he plantado el estandarte rojo, con la hoz y el martillo y la estrella de cinco puntas, que les encandila sobremanera, ante los caciques y entre la curiosidad de los indígenas y he tomado posesión de estas Tierras de Bobos en el nombre de Marx, Engels y Lenin.

Rafael García Serrano.


Poco más que decir, en vista de que al cabo de un cuarto de siglo -veinticinco años día por día- lo que escribió el gran Rafael es tan actual como entonces, sin ni siquiera sustituir a la vieja y apolillada URSS, porque un tal señor Rodríguez sigue empeñado en no enterarse de la caída del Muro de Berlín, y en revivir la cipaya y guerracivilista y segundorepublicana orgía de desatinos de los cómplices de su abuelito, fieles seguidores del padrecito Stalin.
Rafael C. Estremera.
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domingo, 5 de octubre de 2008

"Qué asco"


Hemos dicho alguna vez que uno de los problemas de este país es que los malos han ganado la batalla del lenguaje, que es lo mismo que ganar la batalla de la opinión pública. Los malos, por supuesto, son los asesinos y los separatistas. Y la razón por la que han ganado esa batalla es porque el resto de los españoles aceptamos un trágala en la Transición que consistía en tener que aceptar que los mal llamados “nacionalistas” de Vascongadas, Cataluña y Galicia debían tener una consideración especial. Un error gravísimo, de consecuencias terribles para varias generaciones de ciudadanos.


Ni Galicia, ni Vascongadas, ni Cataluña han sido nunca otra cosa que regiones españolas. En el tercer caso, sólo una irrisoria proclamación de independencia lanzada por Companys desde el balcón de la Generalidad interrumpió durante un breve periodo de tiempo la incontestable españolidad catalana. Las otras dos, ni eso. Si ha sido así durante siglos, ¿tiene sentido hoy, en plena revolución de internet, un intento de inventarse fronteras nuevas basadas en un insignificante particularismo cultural?

Ayer, miles de personas secundaron una marcha permitida por el juez Fernando Andreu (nada beligerante con los grupos radicales de la “izquierda abertzale”?) para protestar por la ilegalización de los partidos proetarras ANV y PCTV. Una de las acusaciones que lanzaron contra el Gobierno es que “usa políticamente la violencia”. O sea, el problema no es la “violencia” ni los “violentos” (léase “terrorismo” y “terroristas”), sino el uso político que se hace de ello. Para estos malnacidos, matar españoles no es un delito.

En su demencia, en su locura colectiva, los convocantes llegaron a afirmar lo siguiente: “Se llama terrorista a quien trabaja por la democracia, mientras que se considera demócrata al torturador". Esta barbaridad, que si en España hubiera Justicia tendría que llevar a su autor a la cárcel, fue respaldada y apoyada por miles de individuos que justifican el asesinato de personas inocentes, que con su presencia en estas marchas están ofreciendo sus manos a quienes tienen las pistolas cargadas. Qué indecencia, ¡qué inmundicia!

¿A dónde pretendemos ir?, ¿cómo vamos a estar en la vanguardia de ninguna parte?, ¿cómo se nos va a tener en cuenta para cosas serias que afectan al conjunto del planeta? El virus incurable del separatismo filoterrorista vive en los cuerpos de miles de personas, a las que uno puede encontrarse en un bar, en una panadería o en el autobús. Monstruos, con apariencia humana, que no dudarían en atravesar nuestra cabeza si supieran que somos y nos sentimos españoles. Qué asco, ¿verdad?