Esta sí que es bella, camarada,
porque la buscas tú
y te impones con voluntad.
Mueres bajo el sol o bajo las estrellas,
Pero mueres en combate
y tu sangre se hace fértil
como una primavera
Nadie dice nada.
Sólo tus camaradas alzan el brazo
y escriben tu nombre en letras de oro
y gritan: ¡Presente!
Tienen los ojos brillantes y no lloran,
porque han de honrarte
con fiesta de pólvora y asalto.
Media hora después cantan un himno.
Y en las estrofas del himno estás tú:
¡Presente!
Dos horas después están encarcelados,
Y tú con ellos: ¡Presente!
Y siempre tú: ¡Presente!
Con tu último gesto: ¡Presente!
Con tu última y eterna sangre: ¡Presente!
1 comentario:
Un emotivo poema, que comparto en mi humilde Lobera.
Escuetamente GRACIAS.
¡¡¡JUAN IGNACIO...SIEMPRE PRESENTE!!!
¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!
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