jueves, 29 de diciembre de 2011

OTRO HEROE EN LA FAMILIA

Era mi abuelo Don Vicente, el Don era imprescindible en aquella época, un caballero a carta cabal, vivía en la calle relatores de Madrid muy cerca de Tirso de Molina. Estudio medicina y tenia consulta en su propio domicilio, en aquella época no existía la seguridad social ni esos avances sociales que trajo años después el malvado Franco, bajo la inspiración del Nacional-Sindicalismo. Pero dejemos eso que no es el motivo de mi historia. El era un hombre católico y estaba casado en segundas nupcias con Doña Sara, Vivian en aquel turbulento Madrid de la preguerra con relativa tranquilidad, Don Vicente tenia un ayudante de 15 años de edad, llamado Gabriel, que en el año 35 se alisto en la falange, eso traía a maltraer a Don Vicente, no porque no le gustara la falange si no por el riesgo que conllevaba en aquellos años el pertenecer a una formación patriótica. (Algunas cosas no han cambiado).
Cuando estallo la guerra aquel 18 de Julio, Don Vicente no supo que hacer, su obligación como español le lanzaba a la lucha, pero su obligación para con su familia, Doña Sara y sus dos hijas y además su profesión de medico le retenían en casa. Poco le duro el desasosiego, al final decidió intervenir como medico en la lucha.
Se extendió rápidamente la noticia de que los sublevados estaban cercados en el cuartel de la montaña y que el gobierno había repartido armas entre las milicias rojas, lo segundo era obvio, las calles estaban atestadas de milicianos armados y Madrid ardía en llamas, debido a las iglesias y conventos que ardían. Don Vicente estaba muy preocupado por Gabriel. El dia 19 no se había presentado a trabajar, por lo que decidió acopiar los víveres que pudiera y partir al día siguiente hacia el cuartel de la montaña para buscar a Gabriel, que era como un hijo para él, y alistarse como medico.
El día 20 salio temprano de casa, el trayecto hasta el cuartel de la montaña andando apenas era de media hora, sin embargo tardo “siglos” en acercarse debido a los controles “incontrolados” que se establecieron en todas las esquinas. A medida que se acercaba, malos presentimientos le invadían, el ruido de cañonazos y fusilaría era evidente. Llego finalmente sobre las 12 del medio día, quedo petrificado, aquello era espantoso la turba había entrado en el cuartel a sangre y fuego, la chusma cantaba enfervorecida mientras a rastras llebaban a soldados y a civiles contra uno de los muros y eran inmediatamente fusilados, algunos no llegaban ni siquiera al paredón, por el camino eran apuñalados por milicianos que una vez caídos se ensañaban con ellos.
Quedo Don Vicente marcado por la visión de aquella matanza, pero fue, también, en ese momento cuando tomo la decisión de trabajar en el futuro para salvar al mayor numero posible de victimas de aquella chusma.
Cuando llego a casa puso manos a la obra, llamo por teléfono a algunas personas de su confianza, que le pusieron en contacto con la falange clandestina (desde hacia tiempo esta falange operaba en Madrid debido a que el partido había sido proscrito). De manos de esta falange se entero también de que su ayudante Gabriel había sido detenido y quemado vivo en una checa por miembros de la UGT.
En la finca era peligrosísimo realizar cualquier actividad contrarrevolucionaria debida principalmente a que la portera de la finca era conocida comunista y su espíritu de chivata era insaciable. Tenia, de todos modos, Don Vicente tomada su decisión y a ello se puso.
La casa daba la vuelta sobre si misma y tenia un cuarto sin ventana, esto seria de vital importancia en el futuro, Don Vicente realizo las oportunas obras dividiendo la casa en dos y dejando una puerta falsa que unía las, ahora dos casas y mando colocar un armario de forma torpe para que dejara entrever la puerta falsa y a su vez coloco un pesadísimo armario delante del cuarto sin ventana con una falsa trasera de corredera que daba directamente al “cuarto oscuro”. Una vez terminada las obras se puso en contacto con la quinta columna y comenzó su labor de salvación.
Los refugiados llegaban a la consulta, previamente avisado Don Vicente y eran conducidos al cuarto oscuro, mientras tanto Don Vicente pasaba consulta como si nada estuviera ocurriendo fuera de lo normal. La portera pronto empezó a sospechar, no le salían las cuentas, entraba más gente de la que salía, claro está, que no tardo en denunciar. Allí se presentaron las milicias y pusieron todo patas arriba pero nada encontraron por lo que se fueron con las manos vacías. La portera no quedo contenta y volvió a denunciar, esta vez tanto descaro tuvo, que ella misma participo en el registro, inmediatamente se dio cuenta de que faltaba una puerta a la calle y así lo manifestó, los milicianos aparte de robar lo que les dio la gana, hicieron un registro mas minucioso y mucho se alegraron cuando vieron la puerta detrás del armario que mi abuelo había dejado allí intencionadamente.
A Don Vicente se le hubiera saltado la risa si eso no fuera peligroso, habían caído en su trampa, cuando retiraron el armario no descubrieron si no un apartamento vacío y otra puerta a la calle pero sin gente ni huellas de que allí hubiera estado alguien. No cejaron en sus inspecciones y registros durante toda la guerra, pero al final yo creo que era mas por el hurto que porque creyeran ya a la portera que a esas alturas pasaba por loca.También le tendieron trampas, haciendo pasar a milicianos por refugiados en su consulta, pero la quinta columna funciono muy bien toda la guerra y Don Vicente no presto oídos a nadie, que no viniera de sus contactos.Se preguntaran vds. Que se hacia con los refugiados, muy sencillo como el 99,99% de los rojos son corruptos y la portera era un ejemplar con pedigrí. Basto con un pequeño soborno que consistía en productos del mercado negro a cambio de sacar de paseo a mi madre y mi tía, momento en el que aprovechaba la quinta columna para sacar a los refugiados y conducirlos a la salvación.
 
Vaya esta historia por ti abuelo Vicente, que desde hace tiempo estas en el cielo de los justos, historia, que por primera vez sale a la luz fuera de la familia, pero tu historia es la de un héroe y debe de ser contada.
 
 
 

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