martes, 19 de febrero de 2008

Una historia más....


Un día; paseando como siempre solía hacer por las playas de mi pueblo; cuando contaba con unos 10 años de edad, me encontré un libro.

Siempre me ha gustado leer, las películas que se producían en mi mente no tenían un presupuesto X así que contaba con los inexistentes límites de mi imaginación y mis gustos personales para darle forma a las historias que leía.

Así que ávidamente procedí a la lectura de ese nuevo tesoro, y ¡vamos que fue un tesoro!, han pasado los años y aun lo recuerdo como si fuera ayer, a poca gente he dejado de contar lo que allí leí, vosotros no seréis menos, espero que os marque tanto como me marcó a mí el leerlo.

Es la historia de dos fetos.

Eran muy amigos, porque los que aún están por nacer se comunican telepáticamente, somos más de lo que la ciencia sabe en el espíritu y sobre todo en la mente.

Mantenían charlas.

El tema principal eran sus mamas.

Jejeje. Son tan amadas las mamas por sus hijos.

No saben cuánto, ni cómo las necesitan, y el terror que pueden llegar a sentir si un día no las escuchan o las sienten sufrir. Compartían sus sensaciones y miedos, el primer día que pudieran ver la luz… porque nada conocen Las risas de sus mamas, sus voces amenas y amadas, los ratos a solas con ellas cuando sentía que mama se concentraba en pensar en ellos, o cuando mami daba saltitos y sentían cosquillas en su tripa jejeje, eso era lo que más les divertía compartir.

Deseaban ver a sus mamas. Se imaginaban sus caras; siempre eran las más hermosas, imaginablemente hermosas, claro está, mama siempre es la más guapa se compare con lo que se compare.

Así pasaban los ratos y días.

Un día uno de ellos tenía un temblor en la voz, así que el otro le preguntó:

-¿Qué pasa amigo mío? -Nada.

-¿Cómo que nada? No estás como siempre, ¿ qué te aflige?

-No sé, mi mama esta rara. No la siento reír. Grita mucho y eso me hace latir muy rápido el corazón y siento miedo.

-Bueno, no te preocupes, mañana todo habrá vuelto a la normalidad, ya verás.

Día siguiente:

-Amigo mío, ¿hoy lloras?

-Sí. _Pero... ¿Mama no está mejor?

-No.

-¿Pero qué le pasa? ¿Lo sabes?

-No sé, está enfadada siempre, creo que con papa; y mucho, hace días que no escucho su voz, la de mi papi. Mama llora y empiezo a no sentir su amor.

-Bueno, serán unos malos días amigo. Pasarán; ya sabes que las mamas siempre aman a sus hijos, es natural somos parte de ellas.

-Será. Mañana hablamos. Estoy cansado. Otro día.

-¿Amigo? -Dime, ¿ya pasó todo?

-No, solo te llamaba para despedirme.

-¿Despedirte? ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡ vas a nacer!!! -No amigo mío, nunca naceré, al menos con opciones para vivir.

-No te entiendo, ¿Qué tonterías dices?

-Amigo, mi mama decidió no dejarme nacer. -jajaja, amigo estas tonto, eso es imposible. ¿Te volviste loco o qué?

-No amigo. ¡Ojalá!, estoy seguro ¿ya empiezo a oírte menos sabes?

-¡¡NO!! Es imposible amigo mío. Si íbamos a jugar juntos ahí fuera, ¡que eres mi mejor amigo! -….yo…lo siento…no podré.

-¡AMIGO! Apenas se te escucha, no puedes irte, eso es imposible. No pueden matarte, una madre no haría eso, lo sé, otros compañeros me lo han dicho. -…

-¡Amigo!

...

¿Amigo?

-Adiós. Lo que más me duele no es lo que ahora me hacen amigo mío, el dolor más grande es que mi madre no me quiera.

-Pero no es posible, todos tenemos derecho a nacer, ¿Por qué tu no? -¡ay! ¡Ay! Amigo…es que tu…tu eres un perro y yo tan solo un ser humano.

….


ARAWN ( Colaboradora de La Tribuna de España )

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