sábado, 26 de abril de 2008

MIS LUCEROS Y PREDAPPIO


Os aseguro que estoy plenamente convencido de que el Nacional-Sindicalismo supera al fascismo en su origen metafísico y en su destino filosófico, pero esto no es ningún impedimento para reconocer mis simpatías por el movimiento revolucionario italiano que aportó al mundo en general y a Italia en particular un sinfín de soluciones tan justas como prácticas y tan naturales como cultas. Hoy, en los principios del Siglo XXI, en el que la palabra “FASCISMO” produce estupor –debido a la manipulación “democrática”- permitidme el descaro al hacer unas pequeñas reflexiones sobre su historia, los temores que levanta entre los capitalistas liberales, marxistas y, sobre todo, los complejos por parte de militantes de organizaciones Nacional-Sindicalistas que, subidos al barco de la progresía-demócrata, se niegan a reconocer las influencias que tuvo el Fascismo en nuestra doctrina. Y para más INRI utilizan ese nombre (Fascismo) como insulto difícil de superar. Para unos y para otros sólo tengo una cosa que decirles ¡SOIS UNOS GILIPOLLAS!.


Benito Mussolini, que en su primera hora política fue un destacado dirigente del Partido Socialista Italiano, en aquellos tiempos marxista sin tapujos, se vio defraudado por las consecuencias de la revolución Bolchevique al comprobar que el comunismo era la sustitución de una tiranía por otra y, además, negaba a los pueblos su historia y su cultura. La Justicia, la cultura y la economía tenían que estar al servicio de la Nación. Nacido en el seno de una familia humilde, padre herrero y madre dedicada a la enseñanza, con fuertes sentimientos sociales, emigró a Suiza, siendo ya destacado militante socialista, de donde fue expulsado por motivos políticos. Se le nombró miembro del Comité de este partido en Italia y director del principal órgano de difusión, 'L'Avvenire dei Lavoratore' (Futuro de los trabajadores). Con posterioridad también fue expulsado del partido por oponerse duramente, al frente de su periódico “Il Popolo d’Italia”, al intervencionismo y la política imperialista de Moscú que dejaba a las naciones sin Cultura y sin Patria además de sin Justicia y sin Libertad.Creó en 1919 los “Fasci italiani di combattimento”, germen inicial del futuro Partido Nacional Fascista fundado en 1920, siendo elegido diputado en 1921. En 1922 organizó la MARCHA SOBRE ROMA, tras la cual el Rey de Italia le pidió que organizara un gobierno con clara proyección de izquierdas.Permitidme que haga un paréntesis para contaros lo que hace años me sorprendía: que las izquierdas fueran antifascistas, por supuesto siguen siéndolo. Pero mi sorpresa fue desapareciendo al comprobar que estaban más ocupadas en destrozar la Justicia y la Libertad de las Naciones que en favorecer a las clases trabajadoras. Está claro, las izquierdas son tan capitalistas como las derechas, las primeras promulgan la lucha de clases y las segundas la lucha de los partidos políticos, unos a pedradas “pacifistas” y otros a papeletazos “democráticos”. Al final, da lo mismo, las izquierdas se convierten en dueños del sistema haciendo desaparecer el estado; y las derechas hacen desaparecer el estado y se hacen dueñas del sistema. Actuando de esta forma, unos y otros, se hacen amos absolutos de la economía, beneficios, plusvalías, medios de producción y productores.


¿Qué sucede en la actualidad?, que los trabajadores están aborregados. Los que confían en la derecha, porque son agradecidos a las migajas del capitalismo y los que confían en la izquierda, se recrean en sus bonanzas particulares más capitalistas ya que son más listillos que los primeros.Hoy la izquierda se ha convertido en progresia, que es lo mismo que decir izquierdosos de boquilla, derechosos de bolsillo, extremoderechosos de propiedad privada y ambidiestros de pernera y bragueta. Incluyendo, claro está, esa banda de bárbaros de botellón y porro, niñatos de papá que han sustituido la nobleza del anarco-sindicalismo por la huida permanente de la cultura y la deserción del agua y el jabón. Se llenan de ignorancia, odio y alcohol, se disfrazan ocultandose la cara con un pañuelo fedellin y….¡Hala! a luchar contra el fascismo sin tener ni puta idea de lo que es. Si supieran estos buguesitos que la “coordinadora antifascista” es obra ideada y controlada por el Ministerio del Interior de la democracia, usándoles de “guardias de la porra” del capitalismo para evitar que la gente pueda oír los mensajes sociales, si lo supieran, posiblemente se enrolarían todos en el PP, el PSOE o demás partidos del sistema que, al fin y al cabo, les garantizan sus “derechos” burgueses.Y ahora volvamos con el Duce y la Italia fascista.Italia estaba frágil y recientemente unida, Mussolini la consolidó. El fascismo subió al poder democráticamente y que nadie se eche las manos a la cabeza ante esta afirmación. La democracia no es esta estúpida manifestación consentida y dirigida para que un pueblo se suicide en las urnas, Democracia se podría traducir como Pueblo (DEMO) y Poder (CRACIA), por lo tanto está claro, el Pueblo Italiano con su fuerza tomó el Poder en 1922 con una simple Marcha sobre Roma, en la que no se emplearon las armas, es decir fue totalmente incruenta. Por lo tanto me reafirmo en lo dicho: la fuerza del pueblo se hizo con el poder de forma que ni siquiera fue un golpe de estado ya que se pactó la forma de gobierno con la Jefatura de dicho estado, entonces encarnada por el Monarca Víctor Manuel II. Todo fue democráticamente revolucionario y pacifico, cosa que deberían aprender los marxistas que todo lo han conseguido a golpe de bayoneta, y que son tan tiranos como los liberales, que desde la Revolución Francesa hasta la Guerra de Irak no han parado de cortar cabezas para imponer sus democracias capitalistas.A éstos, a los liberales, habría que recordarles que desde Ghandi hasta Churchil, pasando por el resto de “demócratas pacifistas”, se vieron fascinados por el fascismo, la razón era muy sencilla; el fascismo y su concepto de Justicia Social era lo único que podía frenar al marxismo que es, por su propia naturaleza, el verdadero enemigo de las democracias.El fascismo no sólo fue incruento en la toma del poder, también lo fue durante su gobierno. Hubo ajusticiamientos en 43 casos (con apenas carga política), de ellos la mayoría fueron para castigar asesinatos de cualquier índole. Es bueno recordar que en aquella época la pena de muerte estaba a la orden del día y que las demás naciones superaban en un solo año, el número de ejecuciones que en Italia tuvieron lugar durante todo el periodo fascista.En España, sin ir más lejos, tan solo en dos días los “demócratas” del Frente Popular multiplicaron por 200 el numero de fusilamientos solamente en Paracuellos del Jarama, sin ninguna clase de juicio al no haber delito. Pero no me quiero extender en este asunto ya que sería interminable hablar de la barbarie sanguinaria de los “pacifistas demócratas” que hoy quieren manipular la historia de forma ruin y lastimera, ¡qué buenos eran los asesinos y qué malas las victimas!, ¡lo que es la incultura intencionada y el resentimiento del tirano derrotado!.En lo cultural el avance de Italia fue espectacular, dando de este modo gran auge a la ciencia y a la tecnología. Italia en una década se convierte en una de las primeras potencias mundiales. Einstein (que creo que no era ningún idiota) denominaba a Mussolini “El genio de la cultura”. Pero en Yalta triunfaron los Yankis y Stalin y con ellos la mentira. ¿Por qué se ha demonizado al Fascismo?. Creo que está claro, porque es un movimiento patriota y social que acaba con las tiranías liberales y marxistas, dando soluciones de Justicia a las necesidades de un pueblo. Los métodos empleados para esta demonizacion son claros: La izquierda llama fascismo a todo lo que no es como ella, y la derecha llama fascismo a todo lo que se hace sin su consentimiento, por supuesto, sin tener en cuenta si es malo o bueno, justo o injusto y utilizando el nombre de “fascismo” para nombrar regímenes y hechos que nunca lo han sido, desde las dictaduras sudamericanas y africanas, que son claramente liberales, hasta los regimenes de oprobio que son meramente marxistas.Por todo esto y por mucho más, que nadie se extrañe que a pesar de tener mí fe (con Camisa Azul) y mí mirada frenéticamente puestas en los Luceros Nacional-Sindicalistas, lance también un permanente guiño de simpatía y afecto que, ilusionada y cariñosamente, llegue hasta el mausoleo de Predappio, donde yacen los restos del Duce tras ser asesinado por las turbas democráticas.


Carlos Rodríguez, Jefe Nacional del Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas (TNS)

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