lunes, 30 de noviembre de 2009

Sobre la nueva ley del aborto....


Esta auténtica basura humana, a quien nadie le ha dado mandato para decidir sobre la vida y la muerte de aquellos que han cometido el error de ser concebidos por alimañas que no dan más valor a un ser humano que a un callo en los pies, ha encontrado una vez más el cobijo en una ley liberal que tiene como única legitimidad la de haber sido votada conforme a unos reglamentos y desconoce absolutamente categorías permanentes de la razón como la verdad y la moralidad, la vida y la dignidad de un ser desde que es concebido.

En estas condiciones es más que legítima la desobediencia a este poder civil y la aversión más radical a una sociedad que se prepara para los fastos navideños sin percatarse de que caminamos chapoteando sobre la sangre sacrificada de los asesinados en el vientre de su madre.

Auténtico asco siento al salir a la calle y observar a una sociedad enferma que celebrará de forma mecánica y vacía el nacimiento del Niño Dios mientras en el Gran Prostíbulo de la Carrera de San Jerónimo sus teóricos representantes, acomodados en sus butacones, se dedican a pulsar botones para decidir aumentar la masacre de los Santos Inocentes.

Muchos de ellos pondrán junto a sus hijos el Portal de Belén, y colocarán entre la mula y el buey al niño Jesús, quizás reconfortados por haber votado no a esta reforma, sin percatarse de que bajo su desidia e hipocresía diariamente moría asesinado una y otra vez ese niño Jesús que ellos colocan beatíficamente junto sus familias.


Otros muchos, directamente, celebrarán con regocijo implantar una cultura de la muerte y desprecio por la vida en aras de una progresía que manda a las mujeres al vacío absoluto de la depresión, de la angustia y del remordimiento.

Que rueguen a Dios que jamás lleguemos al poder, porque la venganza será aún más grande que su bajeza moral. Y a esta sociedad le pregunto directamente cómo es posible que se mire todas las mañanas en el espejo de sus casas sin que se den la vuelta de las arcadas.

Los falangistas somos pocos, sí, sin un duro, sí, pero somos la última línea de defensa de la dignidad humana y social frente al mercaderío de los políticos liberales, mercachifles y oportunistas y frente a la anti-España masónica.

Autor: GUADARRAMA ( Gracias Camarada )
Extraido del foro: http://ateneopolitica.creatuforo.com/index.php

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡HEY! He visto que has puesto el escudo que diseñé en tu blog. Me gusta. Si quieres, aquí hay una nueva y mejor versión del escudo, con mayor calidad nitidez.

Anónimo dijo...

Es un crimen y debe considerarse como tal.

27 puntos dijo...

Muchas gracias Zadlander

Anónimo dijo...

¡Genial!

gladiador dijo...

una verguenza, un crimen cometido con bajeza e hipocresia. Desquiciante que no solo no se castigue, sino que incluso se ponga de moda.
Excelente articulo!!