martes, 14 de abril de 2009

¡Pepiño, ministro. Cuerpo a tierra!


Los arcani eran hombres reclutados por las legiones romanas entre los nativos locales. Eso es lo que ha hecho ZP para remodelar su gobierno en medio de la crisis más grave que el mundo padece desde el final de la Segunda Guerra Mundial, según el vaticino del oráculo Obama en el guateque del G-20 en Londres.
En vez de vendimiar talentos de solvencia intelectual y de profesionalidad acreditada, ZP recompone y parchea un gobierno, que en sí mismo es la vertebración de la incompetencia con arcani socialistas, con nativos locales del PSOE y, a mayor abundamiento en la befa, trata de presentarnos como una exhibición de grandeza lo que no es más que una embarazosa muestra de mediocridad repleta de preciadas naderías como Trinidad Jiménez o Ángeles González-Sinde, directora de cine (eso dice ella) más conocida en las algaradas de los titiriteros que en las taquillas de los cines, que es donde los directores de cine de verdad se ganan el pan del prestigio.
Manolo Chaves, el califa de la taifa bética, trae consigo la resaca del fracaso pues en diecinueve años de gobierno en su satrapía autonómica ha conseguido hacer de Andalucía la región más atrasada de la Europa Occidental y la primera potencia del norte de África. Eso, y convertir a Andalucía en una nueva nacioncilla. Una nación de parados y de mendigos engolfados en el PER. Esos son sus méritos y sus conquistas. Más que suficientes para formar parte de un gobierno presidido por ZP.
Maleni Álvarez sale del gobierno, suponemos que para realizarse como mujer en lo que realmente se le da bien: interpretar cualquier papel femenino en el show de Los Morancos. Personalmente la echaré de menos pues sólo ella ha sido capaz de hacerme llorar de risa tanto o más que el mismísimo Cantinflas. Me alegro por Los Morancos y lo siento por mí, pues quien viene a sustituirla en el Ministerio de Fomento, aún teniendo un talento parejo al de Maleni, tiene menos gracia que un tanatorio. ¡Pepiño, ministro. Cuerpo a tierra!
Pepiño Blanco es un personaje, digamos que abrupto, que está en posesión de una mente incapaz de asimilar complejidades con facilidad, por eso sus procesos intelectuales son incomprensibles. De ahí que, el pobre Pepiño, para contar hasta veinte tenga que descalzarse. Es una caricatura como hombre, una broma como político y un sarcasmo como ministro. Su discurso es como el de los borrachos y los tontos sin fronteras, monocorde y circular pues para él detrás de todas las desdichas que afligen al mundo siempre hay un pepero. Ya verán como ahora que es ministro de Fomento será muy capaz de echarle la culpa del terremoto de L’Aquila a un espeleólogo del PP que está de vacaciones en Italia.
Desde que Rubalcaba abandonó la Dirección de Informativos de la Cadena SER, cargo que desempeñó con maestría goebelsiana del 11 al 14 de marzo de 2004, la relaciones del PSOE con PRISA eran manifiestamente mejorables. Nadie mejor para recomponer esa relación de servidumbre bilateral PSOE-PRISA, PRISA-PSOE, que tanto monta monta tanto, que el mismísimo Gabilondo, don Ángel, que ya como ministro será la garganta profunda de PRISA en el Gobierno y la voz del Gobierno en el grupo PRISA.
Y, finalmente, Elena Salgado, azote de fumadores, se hace cargo de la ruina en la que la crisis y Solbes han dejado a la economía española. Sus méritos los desconozco, aunque sí parece la chica más lista, trabajadora y estudiosa de esa cuchipanda gubernamental de ZP cuya cosmovisión no va más allá de una asamblea de colegio mayor progre de los años setenta.


Eduardo García Serrano.

Editorial del espacio “Sencillamente radio”, de Radio Intercontinental

No hay comentarios: