domingo, 13 de enero de 2008

El aviso


Iker José Peláez, subinspector de la Brigada de Corrección Política, odiaba estas fechas de principio del Invierno porque se le multiplicaba el trabajo. A pesar de los generosos esfuerzos del IGD (Infalible Gobierno Democrático) de Ciudad Zapatero por erradicar cualquier resto de atavismo y superstición, los rebeldes siempre encontraban la manera de hacerse notar. La última acción terrorista había consistido en una pintada enorme sobre el frontispicio principal del Gran Mausoleo de San Esteban Ibarra. Puro vandalismo. La pintada decía: ”Dios se hace Hombre”, una clara apología del cristianismo. Los autores ya habían sido detenidos y ajusticiados in situ. Pero el trabajo no cesaba.


El último aviso hablaba de un motín ciudadano en el Hospital Bernat Soria, que al parecer estaba relacionado con grupos subversivos, aunque no aclaraba lo sucedido realmente. Iker José Peláez dirigió su nave de patrulla intratmosférica hacia las coordenadas del aviso. Para distraerse, conectó el Servicio Estatal de Retransmisiones (SER). El sonido digifónico inundó la pequeña cabina: “(...) y, a continuación, entrevistaremos a los directores de los dos videoclips agraciados con el Premio de la Academia de Prensa y Propaganda, “Trece Zorras” y “El Geriátrico”(...)”. Iker volvió a desconectar. Aún faltaba media hora para que empezase el programa deportivo. Además, estaba a punto de llegar al Bernat Soria.


Cuando aterrizó en la pequeña pista de la azotea, un sonriente médico le estaba esperando.


-Gracias por venir, ciudadano subinspector, pero me temo que ha hecho el viaje en balde. Ya está solucionada la crisis.


- Qué ha ocurrido realmente? El aviso era algo confuso.


- Oh, nada importante, se lo aseguro. Un pequeño conato de motín. La enfermera de guardia se puso nerviosa y les avisó a ustedes para algo que, como puede comprobar, hemos solucionado por nuestros propios medios.


- ¿Un motín?


- Sí. Un grupo de exaltados estaba armando un alboroto en la Sección de Oftalmología en protesta por el último impuesto de la SGAE sobre las gafas de alta graduación. El personal de guardia de la Unidad de Abortos Retroactivos, los ha reducido fácilmente.


- Pero, ¿dónde están los detenidos?


- A estas horas – el médico emitió una risita cómplice- la última resistencia ha sido...triturada, ya me entiende. El personal del Departamento de Abortos ha decidido ahorrarle munición a su Brigada y ha aprovechado nuestras propias instalaciones. Siento que haya tenido que venir para nada.


Iker José Peláez regresó al acuartelamiento a la hora de la cena. Había hamburguesas con tomate. Se fue a la cama sin cenar.


Relato publicado en http://apuntesdehistoriafutura.blogspot.com/ un blog que desde aquí recomendamos visitar.

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